Política y finanzas, ese gran negocio

Yo ingenuamente creí que la política era un medio donde los políticos, honestamente, hacían buen uso de ella. Craso error. Pues la política está demostrado que es un gran negocio lucrativo; donde todos pelean por él.
Un día, cierto ministro del PP dijo, en un momento de vergonzosa sinceridad, que a la política se iba para hacerse rico. Se le olvidó añadir que, aparte de forrarse, tenía otras cualidades, como cargos sustanciosos, prestaciones, enchufes y, cuando dejas ésta, otros puestos importantes, amén de evadir dinero, o responsabilidades, si se hacen negocios fraudulentos donde puedes irte de rositas y con el patrimonio incrementado y puesto a buen recaudo. Y aquí nadie dimite. Y si quieren enjuiciarte, como eres «aforado» o ha prescrito…
Mientras, a los gobernados no nos perdonan ni los mocos y, en tiempo de vacas gordas, nos dan migajas y, en las flacas, la feroz crisis para los ídem con dramáticos desahucios, paro brutal, despidos al por mayor, míseros salarios, contratos de una hora, prestaciones en rebaja y, como esperanza, las negras y caóticas noticias del rescate un día sí y otro también de Grecia y al final al parecer de esta España nuestra del «CAMBIO», hacia la desaparición total, de los esenciales derechos democráticos y sociales, en todo. Pero el no va más es de juzgado guardia.
La justicia, con los grandes poderes, demuestra que es obviamente laxa, pues se ha visto con el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, que se salva por la «cara», y con los directivos de bancos y cajas, buitres insaciables, amorales, corruptos, incompetentes, como Rodrigo Rato que, tras llevar a la bancarrota a Bankia y a miles de sencillos ahorradores, le han dado otro alto puesto y un millonario despido por dos años y pico de «trabajo», y ahora hay que «salvar a Bankia» con una friolera nada menos que de veinticinco mil millones de dinero público que se quitarán de los servicios, como sanidad, educación, prestaciones sociales, etc., mientras el «señor Rato» se va sin dar explicaciones ni pagar por ello.
Igual, por malas gestiones, se van directivos y demás «fauna» de cajas y bancos, con despidos y pensiones millonarias, «los mismos que hijos de vecino», por malversación de fondos financieros con especulaciones suicidas y robos que nos han llevado a este desastre nacional y humanitario.
Dicen que el tren de Maastritch puede descarrilar y nos pillaría a los mismos, y el Euro puede irse al garete; pero hay una noticia «relajante y esperanzadora»: según la ciencia, que no falla, la Vía Láctea colisionará con la galaxia Andrómeda en 4.000 millones de años. ¡Qué alivio! Esperemos que, para entonces, la crisis haya tocado fondo y se haya resuelto.
Consejo: si quieres medrar, ser alguien y hacerte rico, pon un banco o caja, o hazte político.

Josefina García

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