Donde existe voluntad, existirá futuro

Cuando acabó la final de la Copa de Europa por naciones entre España e Italia con un rotundo triunfo de España por 4-0, nos percatamos de que la victoria fue un éxito triple, porque estábamos en un grupo difícil con Croacia, Italia e Irlanda; porque sólo nos marcaron un gol y marcamos nueve, todo un récord, y porque hemos sido la única nación futbolística que ha conseguido tres títulos sucesivos, la Copa del Mundo y dos campeonatos de Europa, todo un récord; sin olvidar, claro está, las grandes epopeyas de nuestros representantes en baloncesto, tenis, ciclismo, atletismo, balonmano, golf, motociclismo, Formula 1, etc. Todo ello, sin lugar a dudas, debido a la total dedicación, integridad, humildad, profesionalidad, respeto, sacrificio, consistencia y trabajo en equipo de nuestros representantes y sus preparadores, que parece ser todo lo contrario de lo que nos ha estado ofreciendo la mayoría de nuestros políticos, bancos, representantes oficiales (autonomías, diputaciones, ayuntamientos, sindicatos…), algunos profesionales, algunos compadres (los encargados de enchufar fijamente a sus familiares y amigos en los mejores puestos de trabajo), los que han enviado dinero negro al extranjero o lo han enterrado en España…; todos ellos dominados y controlados por su egoísmo, corrupción y carencia de integridad. Si la justicia continúa empleando su firmeza, acabará con esa indeseable lacra de incompetentes esparcidos por España que casi ha llevado nuestro país a la ruina.
Ahora, con la posible ayuda de la Unión Europea y su cambio de política socio-económico-financiera, que parece va a beneficiar a todos los miembros de la comunidad (no confiemos demasido en nuestros partidos políticos, que sólo parecen atacar a los ciudadanos más pobres e incapacitados con más recortes y pago de medicinas), con la ayuda también de nuestros abuelos y padres (jamás pensábamos que esto podría ocurrir, pero ha ocurrido), que están sustentando a sus hijos y nietos sin empleo, sin dinero, sin trabajo, sin alimentos ni ropas, y sin olvidar la tremenda colaboración de la Cruz Roja y otras asociaciones, podremos, algun día, salir de esta miserable situación con la cabeza bien alta. Nosotros, los españoles, nos crecemos ante la adversidad, y con nuestras miradas hacia la deseada Europa, la que necesitamos sin paliativos ni excusas, porque donde existe voluntad, existirá futuro.

José Antonio Rivero Santana

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