Según la Doctrina Social de la Iglesia, la persona humana, por estar hecha a imagen y semejanza de Dios, posee una dignidad que la hace superior a los demás seres creados. He aquí algunas citas de la Doctrina Social de la Iglesia al respecto:
«La dignidad de la persona manifiesta todo su fulgor cuando se consideran su origen y su destino. Creado por Dios a su imagen y semejanza, y redimido por la preciosísima sangre de Cristo, el hombre está llamado a ser «hijo en el Hijo» y templo vivo del Espíritu; y está destinado a esa eterna vida de comunión con Dios, que le llena de gozo. Por eso toda violación de la dignidad personal del ser humano grita venganza delante de Dios, y se configura como ofensa al Creador del hombre.» (Christifidelis Laici, n. 37)
«La justicia social sólo puede obtenerse respetando la dignidad trascendente del hombre. Pero éste no es el único ni el principal motivo. Lo que está en juego es la dignidad de la persona humana, cuya defensa y promoción nos han sido confiadas por el Creador, y de las que son rigurosas y responsablemente deudores los hombres y mujeres en cada coyuntura de la historia.» (Sollicitudo Rei Socialis, n. 47)
Desde estos principios nació la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) primera fuerza que se opuso a la política social del franquismo y defendió a capa y espada los derechos de los trabajadores criticando abiertamente al capitalismo y al socialismo, no teniendo una fórmula intermedia que sustituyera a ambas tendencias políticas. Desde ella nacieron en nuestra democracia el sindicato USO y los principios de CC.OO.
La política de estas organizaciones era la defensa a ultranza de los derechos de los trabajadores frente a al tejido empresarial o capital, pero nunca se introdujeron en la marcha de nuestra política, si no vean Vds. que el sindicato USO no entra en el juego no figura en las inútiles manifestaciones que UGT y CC.OO están provocando innecesariamente y sobre las que el gobierno toma nota pero no cede a sus proyectos de control del déficit y la estabilización de nuestra economía. Estos dos últimos sindicatos parecen que sean partidos políticos y no sindicatos obreros ya que en lugar de dedicarse a buscar la estabilización y acuerdos con la patronal, se dedican a hacer demagogia barata con embustes sobre la política económica del gobierno y con el ánimo de desestabilizar la situación en lugar de hacer lo contrario y buscar soluciones para nuestros trabajadores y colaborar para la consecución del clima necesario para el desarrollo de nuestra economía.
Con el endeudamiento que actualmente tiene nuestro país, generado por el gobierno anterior, es imposible relanzar una política de crecimiento económico y, hasta que los bancos no se estabilicen en sus coeficientes de seguridad, no podrán hacer circular el crédito a empresas y particular lo que es estrictamente necesario para impulsar el consumo y nuestra economía. Esto lo sabe la oposición y estoy seguro que haría lo mismo en el caso de haber ganado las elecciones, pero es más fácil crear desconcierto y malestar entre los ciudadanos.
Cuando antes reduzcamos nuestro endeudamiento, antes se relanzará nuestra economía.
Carlos García
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