La OMM (Organización Metereológica Mundial) ha vuelto a insistir sobre el «stress» a que se está sometiendo al pequeño mundo en que vivimos, si bien la Naturaleza no va a cambiar sus reglas para acomodarse a nuestros desvaríos. Lo que más me impresionó al constatar los cambios en el tiempo fue que los expertos trataran el problema como un caso de «stress», dando por sentado que la Naturaleza tiene derecho a intervenir en los «human affairs». Los datos eran escuetos pero escalofriantes: «Los últimos 10 años», decía el documento de la OMM, «con la excepción del 2008, han estado entre los más cálidos desde el primer récord de temperaturas de 1850».
¿No habría que volver a las relaciones de antiguo entre el ser humano y su entorno? Por eso me complace citar unos cuantos de los dichos de antaño que todavía tienen valor, simplemente observando cómo dependemos de las cuatro estaciones que se van reduciendo poco a poco a dos: «tiempos de calor y temporadas de frío». Y se decía: «No hay primavera sin flores, ni verano sin calores», con matices como «el que mata el verano temprano, pasa buen invierno pero mal verano». Y en cuanto a alimentarse, «si dieras de comer al diablo, dale truchas en invierno y sardinas en verano». Pero, ¿a qué viene echar a perder el tiempo libre si «veraneando se va el tiempo volando»? Aunque me encanta aquello de «cuando bebe el gallo, llueve en verano», que repetían los antiguos señalando con el índice a los campos anegados.
CALENDARIO LUNAR CON LOS CUATRO MESES: sept.-oct.-nov.- dic.
HECHOS Y DICHOS
«He perdido mi gotita de rocío», dice la flor al cielo del amanecer cuando éste ha perdido todas sus estrellas. Rabindranath Tagore
PROVERBIO CHINO
No hay sol para los ciegos, ni tormenta para los sordos
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