El miedo al amor de Dios

Hoy en día, gran parte de la sociedad vive con los usos y costumbres de lo que ellos llaman «libertad», o sea que, según la definición que de esta palabra hacen estas personas, cada uno puede hacer lo que quiera y demanden sus deseos, tanto públicamente, como en privado, pongo como ejemplo las fiestas del «orgullo gay», donde se manifiesta el desenfreno sensual de sus participantes, su provocación con desnudos, tatuajes y pinturas de sus cuerpos, al que prestan un especial culto, sus muestras sexuales y la reclamación que hacen de sus derechos, a lo que ellos denominan la consecución de su libertad, cuando en realidad están esclavizados a los deseos carnales y modas de conducta actuales.
La verdad es que creo que tendrían más éxito si ellos tomaran sus reivindicaciones en serio, sin manifestaciones chabacanas, que dan más la impresión de defender el vicio y la corrupción que su libertad como personas.
El Pentateuco lo componen los cinco primeros libros de la Biblia que están inspirados por Dios, y sobre los cuales y a través de su estudio, los judíos obtienen La Tora, el conjunto de inspiraciones divinas para el pueblo de Israel, los islamistas los derivan en el Corán, del que Mahoma hizo una mezcla del judaísmo y cristianismo. El cristianismo tiene el Pentateuco en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento o Evangelios donde se narran la vida y hechos de Jesucristo. Estas tres religiones monoteístas (que creen en el mismo Dios) la practican la mayor parte de personas de nuestro mundo, y para que Uds. vean como consideraba Dios a los hoy conocidos como gays, a continuación les detallo parte de lo que dice uno de los libros del Pentateuco llamado El Levítico en sus versículos 20-23:
…21«Tampoco darás hijo tuyo para ofrecerlo a Moloc (al que ofrecían sacrificios humanos, especialmente niños), ni profanarás el nombre de tu Dios; yo soy el SEÑOR. 22«No te acostarás con varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación. 23«No te ayuntarás con ningún animal, contaminándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de un animal para ayuntarse con él; es una perversión…
Hoy en día también podemos observar los grupos de jóvenes extranjeros que vienen a nuestras Islas Baleares, donde su objetivo principal es el de emborracharse hasta no poder dominar sus impulsos, ejercer el sexo y la felación en establecimientos públicos y en presencia de los demás a cambio de una copa, tirarse desde los altos pisos de los hoteles a sus piscinas, experiencia llamada balconing, donde algunos han perdido la vida.
Dice San Pablo: Sabido es cómo se comportan los que viven sometidos a sus apetitos desordenados: son adúlteros, lujuriosos, libertinos, idólatras, supersticiosos; alimentan odios, promueven contiendas, se enzarzan en rivalidades, rebosan rencor; son egoístas, partidistas, sectarios, envidiosos, borrachos, amigos de orgías y otras cosas por el estilo. Os advertí en su día y ahora vuelvo a hacerlo: esos tales no heredarán el reino de Dios.
En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, lealtad, humildad y dominio de sí mismo (LIBERTAD). Ninguna ley existe en contra de todas estas cosas. Y no en vano los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado lo que en ellos hay de apetitos desordenados, junto con sus pasiones y malos deseos. Si, pues, vivimos animados por el Espíritu, actuemos conforme al Espíritu. No busquemos vanaglorias, enzarzándonos en rivalidades y envidiándonos unos a otros.

Carlos García

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