Contemplatio

Cuando esta mañana me dispongo a dar el último tirón y empezar de una «puñeta» vez a decir algo, que no es fácil, querido lector, me tropiezo con la entrevista hecha hace unos días a quien nos enseña pedagogía para vivir, ejercitando la atención al presente que nos envuelve. Sabremos dónde estamos, lo que hacemos o hemos hecho, lo que sucede, con consciencia… Dice más: en esta sociedad de la dispersión y del ruido nos es más difícil concentrarnos… Estar atentos a lo que nos dicen el otro o los otros… o a la cosa que tenemos entre manos. Insiste mucho en definir la atención como la virtud por excelencia. Y no se queda ahí, ni después de explicarnos también sobre la importancia de la meditación y/o contemplación que las utiliza como sinónimos… Pero lo asombroso para mí ha sido que nos enseña significados. «Meditatio» quiere decir peregrinar hacia el centro y «contemplatio» significa «estar en el templo, por lo que para nosotros los creyentes nuestro centro es el templo. Todo es hermoso, pues, en esa su exposición que me ha subyugado, y por tanto me van a perdonar queridos lectores que, haciendo de puente, la expanda hacia Vds. Lean, lean por favor, «Biografía del silencio» de Pablo d’Ors.
Y bien que me ha valido esta lectura para referirme ya a lo sucedido estas dos últimas semanas en nuestro centro que es nuestro templo (lleno) de la Inmaculada. Dos Eucaristías celebradas en ese silencio tan referido… tan consciente de saber la importancia del instante. Fraterno y en oración hacia dos personas con enorme significación para la comunidad. En la primera despedimos con cariño e inmenso agradecimiento a D. Francisco Román Rodríguez, vicario durante cinco intensos años entre nosotros y cuya labor entre los jóvenes ha dejado huella. Ha sido destinado al Seminario de Orihuela como formador de los llamados al sacerdocio.
Y en la segunda Eucaristía gozosa y fraterna también, la comunidad le ha abierto los brazos al que ha venido a sustituirlo. Es de Sax, joven también, y se llama D. Pedro Payá Giménez. Eufórico y emocionado al mismo tiempo, nos dijo, creo que por dos veces, en la necesidad de avanzar en el empeño de no quedarnos sólo en lo que ya somos… Hay que salir para atraer, y hemos de convencer a los de fuera para que entren y descubran otros nuevos espacios donde también se respiran plena y excelente libertad y una franca y sana alegría de juventud.
Y ya de política no tengo tiempo. Y para qué, si nadie me va a hacer caso. Ni Mariano, ni Pedro, ni Rosa, ni Alberto… y mucho menos Iglesias, Cayo Lara o los Mas o los Urkullos. Y de aquí de los nuestros a los que he de profesar amistad y respeto ni te cuento… Que siempre están tirándose los trastos a la cabeza y que en pleno reciente hicieron abandonar la sala al ciudadano interesado en el tema, porque se pusieron a discutir como siempre de galgos y podencos, digo de ¡católicos y luteranos…! Toma castañas. Algo será, pues se acuerdan de nosotros.
Que en mi taco de calendario de mi casa decía el otro día un tal Descartes:
«No hay nada repartido mas equitativamente en el mundo que la razón. Todo el mundo está convencido de tener suficiente».

JortizrochE

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