Malas prácticas

Paseábamos mi señora y un servidor por la playa de Benidorm cuando de repente sale de una tienda un hombre con apariencia oriental y nos enseña una tarjeta indicando 70%. Entramos en la tienda y, como un servidor tenía interés en la posibilidad de adquirir otro móvil, le pedí al tendero que me enseñara un móvil sencillo y barato, por lo que me ofreció uno de unos 23 euros y me pidió pagarlo al contado, con dinero. Lo hice pero no me entregó el móvil, sino que nos invitó a sentarnos y comenzó a ofrecernos otros móviles más caros, y nos negamos, por lo que pedimos el móvil que me vendió por 23 euros, diciéndome que ese móvil no era bueno, a lo cual yo le respondí: «¿por qué me lo vendiste?». En ese momento reclamé mis 23 euros, porque queríamos abandonar la tienda, pero el tendero se negaba y quería vendernos otro móvil más caro, exigiendo pago en metálico, a lo que nos negamos. Dicho tendero tenía en sus manos nuestros propios móviles, que no quería entregar porque ya había adaptado el nuevo móvil, valorado en 180 euros. Me percaté de que habíamos sido víctimas de una trampa, de una mala pasada, no era un sueño tampoco.
Pagamos por el nuevo móvil, no se aceptaban visas, sólo dinero. El episodio fue muy desagradable, pensé incluso llamar a la Policía desde la tienda, pero no me lo permitía, porque sólo nos devolvió nuestros móviles cuando le pagamos con dinero en mano por el nuevo móvil.
Solamente nos agradaría sugerir el evitar cualquier oferta con grandes descuentos, pero es una trampa, te secuestraran en la tienda hasta que compres algo, con dinero en mano, porque así no podrás demostrar nada, no podrás demostrar su sucia jugada.

José Antonio Rivero Santana

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*