Elecciones Generales

Las Elecciones Generales han dejado el panorama político claramente diferenciado. El PP ha sido castigado con un varapalo de cuidado, después de once años gobernando en nuestro país, lo que ha sido consecuencia, a mi entender, de la prepotencia de su presidente, el sr. Casado, y de su giro hacia la derecha extrema, al igual que el largo periodo de corrupción al que los españoles nos hemos vistos sometidos por varios de sus componentes. Al señor Casado, a mi juicio, le hubiese salido mejor el hecho de presentarse con humildad, reconocer el mal que han hecho algunos componentes de su partido y pedir perdón por ello, lo que creo le hubiese ido mejor en las pasadas elecciones. El día treinta, se reunió el comité jurídico de dicho partido, saliendo del mismo un cambio de estrategia hacia el centro y abandonar los extremismos, hecho que considero es más correcto que la actitud presentada en los pasados sufragios.
La caída del PP le ha venido bien a Ciudadanos y a Vox, que, según los estudios realizados, han sido los receptores de los votos perdidos por el PP, así como el Partido Socialista, que ha recibido los de los indecisos y los fugados de U. Podemos. El partido de Ciudadanos se ha visto mejorado por la caída del PP, pero es una partido que, a mí, me da miedo, pues parece una veleta que gira para donde va el aire, o sea, para donde le interese.
El PSOE es más inteligente a la hora de plantear sus estrategias, pues, habiendo dentro de su partido también elevada corrupción, no se habla de ella, está como tapada; en cambio, sí ha cargado sobre el PP la de éstos. También se atribuyen la creación de seiscientos mil puestos de trabajo, lo que no es de ellos, sino de la inercia que el Señor Rajoy le había dado a nuestra economía, pues el sr. Sánchez no ha tomado más medida económica que la de subir el sueldo mínimo interprofesional a novecientos euros, con el apoyo de U. Podemos, lo que, según el Banco de España, ya ha destruido ciento veinticinco mil puestos de trabajo, lo que demuestra el crecimiento del paro en cincuenta mil personas en plena Semana Santa, hecho que no había ocurrido desde hace varios años.
El Partido Socialista podría gobernar en solitario, como parece ser ha dejado caer el sr. Sánchez, pero estoy seguro de que pactará con U. Podemos y los nacionalistas, como Esquerra Republicana de Cataluña, y los partidos vascos, pacto que les daría la mayoría en el Congreso de los Diputados.
¿Qué podemos esperar de los socialistas? Pues, lo de siempre: una burocratización del sistema, un gasto social desmesurado, endeudamiento y una ralentización de nuestra economía, así como un crecimiento del paro y destrucción de la pequeña y mediana empresa, subida de impuestos directos e indirectos -éstos últimos afectarán a todos los españoles, pues estarán difuminados en diferentes productos de gran consumo, como ha pasado siempre-. Quisiera equivocarme, pero, hasta la fecha, he acertado con la llegada de la recesión y la crisis económica, con la destrucción de puestos de trabajo y las restricciones a que nos vimos sometidos para salir de una situación de quiebra en la que se encontraba nuestro país a la salida del sr. González y el sr. Zapatero, por eso digo que quisiera equivocarme en esta ocasión, pero los libros describen claramente la diferencia entre una economía socialista y una conservadora, lo que la experiencia ha venido demostrando hasta la fecha.
El día 26 de este mes, tenemos nuevas elecciones y, espero que sean un poco diferentes, pues en ellas se vota más a las personas que a las marcas de los partidos, aunque tengo que reconocer que el Partido Socialista ha puesto la suya en la pica.
Puede ser que el PP dé un giro en su campaña hacia el centro y mejore un poco sus posiciones actuales, pero para eso debe ir con humildad y reconociendo y entonando el «mea culpa» con respecto a la corrupción que ha habido en el partido, pues no existe otro camino más positivo y elegante que el de reconocer sus errores y pedir perdón por ellos.
La caída de U. Podemos yo la tengo prevista, pues es un globo que irá desinflándose poco a poco, con ideas como las de crear bancos públicos y otros aspectos, cuando fueron precisamente los socialistas los que privatizaron toda la banca pública; si no, que se lo pregunten al sr. Solchaga, encargado de desmontar el INI y privatizarlo como ministro de Industria.

Carlos García

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*