Peki volvió otra vez a París a trabajar de modelo con Paco Rabanne, Ives St. Laurent, Coco Chanel y Helmut Newton, con el que apareció en las revistas Vogue y Elle. También trabajo con Mary Quant y Ossie Clark. Se obsesionó por ser británica y, para ello, se casó por conveniencia con Morgan Paul Lear, estudiante. Frecuentaba a gente importante, como Marianne Faithful, Twiggy y los Beatles. Peki tenía complejo de inferioridad, pero Dali la hizo su musa en 1965, cuando actuaba en el club Le Casteler junto a Brian Jones. Peki y él se veían en París, Cadaqués, Barcelona o New York. Gala, que era la amante oficial de Dalí, veía con buenos ojos esos encuentros. El pintor no tenía relación sexual con ninguna de ellas, ya que era impotente. Decía que los genios no deben reproducirse. ¿Te imaginas a un hijo del pintor Miguel Ángel conduciendo un taxi? Dalí buscaba jovencitas menores de edad, las desnudaba, se subía en su espalda y… «¡Arre, caballito!», como si fuesen sus juguetes. Por esos caprichos les pagaba a cada una el equivalente a 30 euros. Sus días finales, antes de morir el genio, al igual que Lina Morgan, fue separado y alejado de todo el mundo, quedando en las manos de los «buitres» que custodiaban su fortuna, título y propiedades. La última vez que Peki le vio con vida fue en 1983.
Kartaojal
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