Los ricos también sufren

S.A.I. el sha de Persia, Mohammed Reza Palhevi, sabemos que estuvo casado con la emperatriz Soraya (la princesa de los ojos tristes), y que no tuvieron hijos, viéndose el monarca, que la adoraba, obligado a repudiarla, porque el trono debía tener un heredero (también los Reyes Balduino y Fabiola de Bélgica tenían el mismo problema, pero siguieron juntos hasta la muerte, y el príncipe Alberto heredó el reino). Ahora vamos a la otra esposa del sha, Farah Diba, nacida el 14/10/1938 en Teherán (Irán). Hija de familia millonaria e influyente, la chica tuvo una esmerada educación; estudió varios idiomas, música y un largo etc. Viajó por todo el mundo, hasta que recaló en París, en cuya embajada la conoció el Sha, a través de la Princesa Shanaz, hija del sha, que la invitó a tomar el té en el Palacio Imperial. Se fue consolidando la amistad hasta convertirse en boda. No voy a describir los fastos, pero fueron semejantes a las «Mil y una noches». Al año les nació su primer hijo (varón), Reza Ciro (Shareviz). Tuvieron 3 hijos más: Faranhaz, Ali Reza y Leila. En la celebración de la boda, el Sha cubrió sus hombros con un manto bordado con millones de perlas, cinturón de oro macizo con hebilla hecha con una sola esmeralda, espada con incrustaciones de oro y 1.869 diamantes, rubíes, esmeraldas y zafiros. Tanto gasto y esplendor sublevó al pueblo y la familia imperial tuvo que exiliarse y empezar un periplo de viajes por Egipto, Marruecos, Bahamas, México y EEUU. El sha murió de cáncer, en El Cairo, el 27/7/1980. La emperatriz vive en París, donde su hija, la Princesa Leila, se suicidó con 31 años con un exceso de barbitúricos. Actualmente no sé qué habrá sido de los hijos ni de la misma emperatriz, ya que llevan una vida retirada.

Kartaojal

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