Pero me ha fortalecido poder ayudar, vivir en un edificio donde hemos quedado 5 familias conmigo, pero no todos son iguales, son personas mayores. Les he repartido unos bollos y les he ofrecido mi persona por si necesitaban alguna otra cosa, ya que yo también estoy en cuarentena junto con mi madre, pero el puerta a puerta se puede.
Agradezco que aún sigue viniendo la chica de la limpieza del edificio a pesar de estar casi vacío. A esos tantos conocidos que nos hemos hecho amigos. A esa vecina que no conocías, pero ahora está ansiosa por verte en la terraza y ansía saludarte.
Pero con el tiempo que hemos pasado, te vas dando cuenta de que cada vez se necesitan menos cosas para poder ser feliz.
Graciela
Para ser feliz se necesita al Jefe allá arriba, y un trabajo aquí abajo.
Si de paso alguien nos quitara a Otegui y a los golpistas catalanes de la dirección del Estado… (o al gobierno que los trujo)
Que manía les tienes si tienen mucho en común con alguien que gobernó 27 años,la cárcel.
Asesinar vilmente a españoles no se paga con cárcel
Se premia trayendo a su marca política a la dirección del Estado.