Hay una cosa que te quiero decir

Antonio Ruiz Sáez
Concejal Grupo Municipal Socialista

El discurso manido, cansino y torpe por parte de los dirigentes locales del PP, en su defensa del uso inadecuado de los móviles o en todas aquellas cuestiones que les afectan, aludiendo, como dice la concejal de Comercio y Participación Ciudadana, a que «trabajo por Torrevieja 365 días al año, 24 horas al día» y a que todo esto es una campaña emprendida por una concejal de la oposición «que ni es de Torrevieja ni quiere a Torrevieja» es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos de bien que no hemos nacido en esta ciudad y que hemos decidido libremente establecer nuestra residencia en este lugar.
Ya en alguna ocasión he escrito sobre la odiosa diferenciación que hace el PP sobre los de aquí y los de allá y la continua apelación de antitorrevieja a la oposición por la crítica legítima a la labor pésima de los concejales del PP.
Estoy harto de pedir «perdón» por no haber nacido en Torrevieja; de medir mis palabras por si hiero la sensibilidad de este «nacionalismo integrista» torrevejense y de tener que soportar el martilleo constante de la antitorrevieja.
Por lo tanto, hay una cosa que te quiero decir, a ti, Agustina Esteve, a tus compañeros de filas del PP y a todos aquellos elementos fundamentalistas que existen en la ciudad: que en el censo son mayoría los residentes procedentes de todas las zonas de España y del extranjero que han elegido Torrevieja, amando la ciudad igual o más que vosotros, que estáis situando en el mapa de los escándalos a esta ciudad, ensuciando su imagen; que afortunadamente los nacidos en Torrevieja no son como vosotros, son gentes amables, educadas y acogedoras; y si trabajas tanto, también tienes un buen sueldo que te pagamos todos, tanto los «patas negras», como los de fuera, así que no te quejes echando la culpa del mal uso del móvil que te pagamos entre todos ni a la oposición ni a nadie, la única responsable eres tu, pues no creo que los sms que mandas lo haga ningún concejal de la oposición en tu nombre.
Y mientras, el alcalde Dolón mirando para otro lado, escondiéndose detrás de su brazo ejecutor que no para de hacer «bolos» turísticos.