Voy a principiar este nuevo artículo pidiendo disculpas a mis amables lectoras y lectores por haber faltado la quincena anterior. No es que no tuviera tema, que sí, como por ejemplo la relación que se ha publicado en varios lugares de solicitud de indulto para D. Pedro Ángel Hernández Mateo, condenado a unos años por unos tejemanejes en el millonario contrato de las basuras. Es lógico que cada cual tenga su visión personal de las cosas, y de esta cosa más, así que allá cada cual con su conciencia. La Justicia ha hablado, y lo demás ya es desviar la atención de otros asuntos, como por ejemplo la gestión del equipo de Gobierno municipal, que me da a mí que grande, grande, lo que se dice grande no es. Y es que claro, la situación económica manda mucho, y posiblemente lo que estén haciendo es priorizar, como por ejemplo: realizar un carril bici que atraviese la ciudad hasta conectar con Delfina Viudes, y de ahí directo a la zona deportiva. No seamos agoreros, a ver si cuaja la idea. Lo que sí ha cuajado y bien ha sido el apagón de la Radio Televisión Valenciana, dos medios de comunicación, por llamarles algo, que sólo servían para la vieja propaganda de los decadentes gobiernos, como es el de Fabra, el tuerto no, el otro. Yo creo que Canal 9 no servía ya para nada, ni para informar ni para entretener ni para educar ni para proteger y difundir la lengua valenciana. Así que, con la audiencia que tenía, creo que no la vamos a echar de menos. La rumorología apunta que la van a vender a un grupo de empresas amigas del Gobierno valenciano, y otra vez lo mismo, es decir, «a guanyar diners» los amigos de los amigos de los amigos, haciendo negocio con lo público. Igual si se produce un cambio en la Gobernanza de la Generalitat para los próximas elecciones autonómicas se recupera la dignidad de la tele valenciana y la de los valencianos todos. Mientras Carlos Fabra sigue cobrando buena pasta de la Cámara de Comercio de Castellón y de la empresa que gestiona el maldito aeropuerto sin aviones del abuelo, la «princesa del pueblo», Belén Esteban, ha dicho con rotundidad que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tendría que dimitir, ya que no ha cumplido su programa electoral en nada. Y para que ella, que ni es de derechas ni de izquierdas, diga estas cosas, ya tiene que andar un poco harta de todo el politiqueo del Gobierno, sobre todo cuando dice que es una pena que los jóvenes tengan que emigrar y que los mayores busquen en las basuras algo para comer. A mí es que Esteban siempre me ha caído bien, operada y sin operar.
Deberíamos aprender de Islandia: va a destinar más de 900 millones de euros para ayudas a los hipotecados. Qué gran diferencia, Dios. Bueno, voy a ver la Charamita, que pasa por mi puerta y me trae nostálgicos recuerdos de infancia. Un saludo.
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